Bruselas. “Cantabria, con un gobierno con proyecto y que lidere, puede ser un modelo de digitalización”
Es necesario escuchar a los autónomos y pequeños empresarios. Son ellos los aliados que cualquier gobierno necesita para el futuro.
Mis notas
Es necesario escuchar a los autónomos y pequeños empresarios. Son ellos los aliados que cualquier gobierno necesita para el futuro.
Hay mucho que aprender de los pequeños pueblos, reconocer que nadie va a venir a sacarnos las castañas del fuego.
Esta Comunidad no puede jugar al ‘Teruel existe’. No sirve la estrategia permanente de la queja. Cantabria tiene los elementos propios para liderar un proyecto de futuro, para destacar en innovación y nuevas tecnologías, para ser un referente en gestión turística, ganadera y sanitaria del siglo XXI.
El senador por Cantabria Javier Puente subraya la disposición del PP de respaldar y avanzar con las buenas ideas en transformación digital, que no tienen dueños, sino beneficiarios.
«Una sociedad de futuro es aquella que respeta la vida, sin descartar a nadie»
Si algo echo en falta en el Gobierno regional es la falta de confianza en los empresarios de Cantabria, en los hosteleros, los emprendedores o los ganaderos. Centenares de autónomos y empresarios que, a la larga, quieren quedarse aquí, quieren invertir aquí y generar empleo en nuestra tierra.
Si no somos conscientes del problema, y de sus amenazas de cara al futuro, le va a salir muy caro a más de uno.
“Es preciso que haya un referente en la red, igual que hay un número de teléfono claro contra la violencia doméstica o ante cualquier emergencia. Los consumidores necesitan tener a mano una dirección única, desde la que se puedan derivar las denuncias a las fuerzas de seguridad competentes, igual que ocurre cuando hay un accidente de tráfico”.
“La labor de la AEDP es vital ante posibles formas de difusión de la violencia o uso de datos de forma indebida. De hecho, esa protección puede llegar a salvar la vida cuando se están difundiendo contenidos sexuales o contenidos violentos.”
En un mundo cambiante, donde las nuevas comunicaciones y las redes sociales han alterado la actividad comercial, no podemos movernos a ritmo de elefante.
Que la legislación y las normas internacionales que la rigen se centren en promover el desarrollo humano integral y la paz y no el progreso por sí mismo.
Debemos poner siempre a la persona en el centro, que la persona elija en libertad e impedir que sea vulnerable.