En Cantabria hay futuro
Lo que no hagamos nosotros por nuestra tierra, nadie lo va a hacer.
Mis notas
Lo que no hagamos nosotros por nuestra tierra, nadie lo va a hacer.
“El que los ciudadanos de Cantabria no tengan apenas hijos es una muestra clara de desconfianza en el futuro. No hay perspectivas de crecimiento, no hay perspectivas de prosperidad. ¿Dónde van a terminar mis niños? Se preguntan muchas personas.”
“Nunca se debe perder de vista la necesidad de respetar la dignidad de cada persona en cada avance tecnológico”.
Lo grave es que quienes gobiernan España no son conscientes de que no basta con invocar a Franco para arreglar los problemas ordinarios de los ciudadanos.
No podemos olvidar la necesidad de establecer el criterio de renta per cápita en normativas tributarias, bonificaciones o concesión de ayudas y becas.
La buena política es responsabilidad y existe para recordarnos que podemos alcanzar siempre metas más altas uniendo nuestro esfuerzo a favor de un objetivo compartido, para hacernos mejores, para hacernos más fuertes.
Es necesario escuchar a los autónomos y pequeños empresarios. Son ellos los aliados que cualquier gobierno necesita para el futuro.
Hay mucho que aprender de los pequeños pueblos, reconocer que nadie va a venir a sacarnos las castañas del fuego.
“Es preciso que haya un referente en la red, igual que hay un número de teléfono claro contra la violencia doméstica o ante cualquier emergencia. Los consumidores necesitan tener a mano una dirección única, desde la que se puedan derivar las denuncias a las fuerzas de seguridad competentes, igual que ocurre cuando hay un accidente de tráfico”.
Esta Comunidad no puede seguir lamentándose de su suerte, como si siempre fueran otros los responsables de nuestros problemas.
“Nos encontramos ante unos retos éticos, tecnológicos y normativos como nunca antes”
Soy optimista. Estoy convencido de que Cantabria tiene futuro. Cantabria tiene un patrimonio extraordinario, tiene gente joven capacitada y una cultura del trabajo reconocida.