Miércoles 25 de mayo, aprobación en pleno del Senado de la Ley General de Telecomunicaciones.
Es evidente que las consecuencias de esta nueva legislación no serán inmediatas y que depende de la agilidad de las administraciones. Desde mañana no van a crecer como setas las nuevas empresas y las ‘start-up’, pero sí es bueno lanzar el mensaje de que estamos poniendo las bases para el futuro. Lo importante es que quienes quieran poner en marcha nuevos negocios y desarrollar ideas innovativas lo puedan hacer con la garantía de que van a contar con una red de alta velocidad, una red que debemos recordar es la que más kilómetros de fibra óptica tiene en la UE gracias a la ley que aprobamos con un amplio consenso en 2014 y que generó seguridad jurídica e inversiones. La ley que aprobamos en el año 2014, y que acabamos de modificar, permite a los operadores tecnológicos, trabajar con confianza. El hecho de que los partidos mayoritarios nos hayamos puesto de acuerdo es una buena señal para los inversores, que saben que no habrá cambios drásticos en el futuro, que pueden actuar en un marco seguro.
Javier Puente Redondo 