Hace unas semanas tuve la ocasión y la suerte de ser recibido por el Papa Francisco. Estaba pensando en cómo definir la experiencia, y al final me he decantado por escribir varias frases que definen el pontificado de este Papa.
Día de las familias (27 de octubre del 2013).
“Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias. Si falta el amor de Dios, también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría. Por el contrario, la familia que vive la alegría de la fe la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad”.
Viaje del Papa Francisco a Brasil (22-29 de julio de 2013)
“Espero que salgan a las calles y que hagan lío. Quiero que la Iglesia salga a la calle, que nos defendamos de lo acomodaticio, de la inmovilidad y el clericalismo. Si la Iglesia no sale a las calles se convierte en una ONG, y la Iglesia no es una ONG”.
“Por favor, no dejen que otros sean los protagonistas de los cambios, ustedes son el futuro. No sean cobardes, no ‘balconeen’ la vida, no se queden mirando desde el balcón sin participar, entren en ella, como hizo Jesús y construir un mundo mejor y más justo”.
“Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta siempre hay una opción posible: el diálogo. Considero también fundamental en este diálogo, la contribución de las grandes tradiciones religiosas”.
“Quiero que se salga fuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que la Iglesia abandone la mundanidad, la comodidad y el clericalismo, que dejemos de estar encerrados en nosotros mismos. El católico es alegre sin cara de luto perpetuo”.
“Amigos queridos, la fe es revolucionaria, y yo te pregunto a vos hoy: ¿Estás dispuesto, estás dispuesta a entrar en esta onda de la revolución de la fe?”.
“Con estos problemas y dificultades, la fe del obispo puede entristecerse, qué feo es un obispo triste, qué feo que es. Para que mi fe no sea triste he venido aquí, para contagiarme con el entusiasmo de ustedes”
“La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que sin asumir ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia de la dimensión religiosa en la sociedad”.
“Ningún esfuerzo de pacificación será duradero, ni habrá armonía y felicidad para una sociedad que ignora, que margina y abandona en la periferia una parte de sí misma”.
“Creo que a la mayoría de ustedes les gusta el deporte y aquí, en Brasil, como en otros países, el fútbol es una pasión nacional. Pues bien, ¿qué hace un jugador cuando se le llama para formar parte de un equipo? Debe entrenarse y entrenarse mucho”.
“Si una persona es ‘gay’, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”.