El pasado viernes, con motivo de la XIX jornada interparlamentaria del Partido Popular, asistí a la mesa redonda de Sanidad y Servicios Sociales, con la ministra Ana Mato. En la mesa se habló de la defensa de las familias y en ella intervine.
Las familias son un elemento fundamental en nuestra sociedad que contribuyen al bienestar de las personas. Son una pieza clave para atenuar los efectos de la crisis y el paro que padece nuestro país.
El Estado tiene un gran colaborador en las familias: colaboran estrechamente con Educación en la formacilón de los hijos; con Sanidad en el cuidado de familiares enfermos; con Servicios Sociales en la atención a abuelos o personas con alguna discapacidad; con Hacienda prestando ayuda económica a los miembros más desfavorecidos…
Por ese motivo, apoyar a la familia es la mejor inversión posible que puede hacer el Estado para combatir la dificultad de los tiempos que estamos viviendo.

Por otro lado, España tiene una tasa de natalidad que no permite el relevo generacional (para reemplazar su población actual la tasa de natalidad que necesita un país es de 2,1 hijos por mujer y España tiene 1,4). Por tanto, tenemos otra razón para apoyar a las familias, tomando medidas que favorezcan que éstas puedan conciliar su ámbito laboral con el cuidado y educación de los hijos.
El Consejo de Ministros aprobó hace unas semanas el II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia (PENIA) 2013-2016. Se trata de una iniciativa que incluye entre sus objetivos el “apoyo a las familias: avanzar en la promoción de políticas de apoyo a las familias en el ejercicio de sus responsabilidades en el cuidado, la educación y el desarrollo integral de los niños, y facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar”.
Ahora es necesario avanzar con el Plan Nacional de Apoyo Integral a la Familia, cuyo plazo está previsto para finales de año.