Artículo de opinión publicado en El Diario Montañés (10 de agosto de 2022)
En Cantabria hay futuro.
No es preciso recordar cómo están afrontando muchas familias de Cantabria la constante subida de precios. La inflación es una penalización más a las rentas más bajas y a las clases medias. Todos los que viven al límite se encuentran un obstáculo añadido cada vez que tienen que llenar el carrito de la compra.
Desde el máximo respeto, considero que la respuesta de nuestro gobierno regional ante esta crisis no está a la altura de lo que requieren y merecen sus vecinos, algo que viene siendo así durante los 7 últimos años. Los sueños de grandes industrias, de grandes proyectos que debe financiar Madrid solo demuestran la falta de visión y de capacidad que han conducido a Cantabria a donde se encuentra ahora, sin proyecto de futuro para nuestra comunidad y nuestros hijos. Eso sí, la excusa de que en Madrid o en Bruselas no nos aprecian, siempre está al alcance de la mano.
Llevo años trabajando en el sector digital, en empresas privadas y en las Cortes, y puedo asegurar que hay otras vías para el crecimiento. Tenemos la fortuna de vivir en una de las zonas mejor preparadas para resistir el cambio climático y contamos con empresas y jóvenes dispuestos a adaptarse y trabajar con las nuevas tecnologías.
Eso sí, en vez de lamentarnos porque no llegan las subvenciones, es preciso buscar las oportunidades. Y para ello basta con levantar la vista, con mirar a otros países y otras zonas de España donde el tejido industrial está creciendo gracias a las nuevas tecnologías. Es cuestión de incentivos, de voluntad y de formación para ayudar a crecer en el mundo digital.
En el entorno digital, Cantabria ya no está limitada por el Puerto del Escudo, el turismo ya no depende de que llegue un ferry cada más o menos tiempo desde Plymouth. Gracias a la red, el talento de Cantabria tiene todo un mercado mundial con muchas facilidades en Europa y con todas las posibilidades que nos da el idioma español en el continente americano.
O aprendemos a mirar alto, a atraer turismo y comercio a nivel internacional o seguiremos décadas lamentandonos de que otros no nos ayudan o nos discriminan. Lo que no hagamos nosotros por nuestra tierra, nadie lo va a hacer. Estamos en una tierra con grandísimas posibilidades y es algo que cualquiera que nos visita con un poco de experiencia y capacidad te lo hace notar.
En unas semanas, a finales de agosto, Santander albergará un nuevo congreso de Ametic, la asociación de empresas de electrónica y tecnologías de la información. Será una ocasión más para avanzar en este proceso que tanto necesita nuestra tierra, a la espera de una reindustrialización digital y sostenible.
Javier Puente Redondo
Senador por Cantabria del PP
Javier Puente Redondo 