Publicado hoy en El Diestro (https://www.eldiestro.es/2020/03/es-el-momento-de-olvidarnos-de-las-matematicas/)
La estrategia inicial del Gobierno Británico de plantear un escenario en el que asumían la muerte de miles de personas por el coronavirus, la mayoría ancianos, con tal de mantener la actividad económica, retrata una cultura. El bienestar económico, el desarrollo comercial se pone por encima de la vida de personas que no son productivas para la Economía. Todo parte de plantearse: ¿Qué aportan esos ancianos a nuestro sistema?
En España, en estos últimos días, he leído comentarios de personas que minusvaloran la vida de los ancianos, que insisten en la necesidad de mantener la actividad económica y que ponen las Matemáticas por encima de la humanidad. Mi consumo, mi nivel de vida, mis viajes, mis vacaciones… Todo lo que parece conformar la vida de muchas personas va a saltar por los aires. Y una vez que salte, quedará lo esencial: la familia, los amigos, los valores morales…
‘El título de Buena Persona es algo que no se consigue en ninguna Universidad y es el más valioso de nuestra vida’. Es un comentario que leí hace unos días en redes sociales y me pareció magnífico, muy apropiado para la situación que vivimos. Si no somos capaces de asumir que, para salvar a nuestros mayores es preciso sacrificar muchas cosas, hemos perdido la humanidad.
Por fortuna, he apreciado tanto en Cantabria como en el resto de España que aún quedan resortes morales. Y es algo de lo que debemos estar orgullosos. No podemos dar por supuesto que un enfermero, una cajera de supermercado o un policía municipal se mantengan en puestos de riesgo sin pestañear. No podemos dar por supuesto que la mayoría de los ciudadanos esté respetando las medidas de cuarentena impuestas por la autoridad. No podemos dar por supuesto que haya una respuesta generosa por parte de muchas ONG o de la Iglesia Católica ante los más necesitados.
Esta situación de Emergencia está haciendo salir a la luz lo mejor y lo peor de nuestra sociedad. Es el momento de valorarlo y de pensar por qué actuamos de determinada forma y de quién lo hemos aprendido. Probablemente lleguemos a la conclusión de que nuestros maestros han sido esos mayores, a los que algunos ven con desprecio.
Es posible que este periodo de crisis, de aislamiento y temor nos haga perder mucho poder adquisitivo. Pero estoy seguro de que también supone una oportunidad de reafirmarnos en nuestros valores, de terminar más ricos en humanidad, que es lo que contará al final de nuestra vida.
Javier Puente Redondo
Senador por el PP de Cantabria