¿Qué se ha hecho?
- La diferencia entre 2011 y 2012, es que antes nadie apostaba por España y ahora nadie duda de que saldrá adelante.
- España vuelve a tener voz en Europa y ha demostrado que merece confianza, que paga sus deudas y cumple sus compromisos.
- Cuenta con resultados económicos positivos: ha conseguido reducir el déficit por debajo del 7% del PIB y cuenta con superávit en la balanza de pagos por cuenta corriente, un indicador del aumento de la competitividad.
El Gobierno se ha enfrentado a un escenario económico insostenible con una desviación imprevista del déficit de 30.000 millones, que equivale a lo que se dedica a las prestaciones por desempleo.
Esta situación ha obligado a asumir esfuerzos adicionales, lo más equitativos posibles, para volver a encauzar la economía.
Lo primero que tuvo que hacer el Gobierno fue centrar sus políticas en equilibrar las cuentas, frenar la destrucción de empleo y garantizar el bienestar social.
Todas las medidas que ha tomado el Gobierno son escalones para alcanzar un crecimiento sostenible y estable.
Los pasos han sido un necesario ajuste fiscal, medidas clave como la reforma laboral y el saneamiento del sistema financiero y reformas estructurales para sustituir las anquilosadas estructuras que bloquean el crecimiento.
La reforma laboral ha sido clave para frenar el ritmo de destrucción de empleo y atraer inversiones gracias a la flexibilidad del mercado laboral que ha facilitado.
¿Qué se va a hacer?
Nada será suficiente hasta que no se alcance la creación de empleo y el Gobierno aprobará de inmediato una segunda generación de medidas centradas en el apoyo a pymes y emprendedores y el empleo joven:
– Pymes y autónomos no pagarán IVA hasta cobrar sus facturas a partir de 2014.
– 45.000 millones para la financiación de empresas, con la ampliación de las líneas ICO, movilización de créditos y potenciación de medidas como el capital riesgo.
– 2.700 millones para ampliar el plan de proveedores y obligación de las administraciones de reducir sus deudas con proveedores.
– Bonificación en la Seguridad Social de hasta el 100% para contratos a tiempo parcial de jóvenes.
– Tarifa plana de 50 euros de cotización para jóvenes emprendedores.
– Medidas para agilizar la creación de nuevas empresas: simplificación de burocracia e incentivos como “la segunda oportunidad”.